Ayer por la noche,
cuando salí de trabajar,
me comí el platano y el cuadrito de chocolate con toda la calma que un ritual precisa,
eran las doce y media de la noche,
saqué la máquina del almacén,
el almacén donde guardo la bicicleta cuando voy a trabajar,
me puse los guantes, el gorro, las luces nuevas,
Como si de una carrera oficial se tratara,
me despedia de la salida con las banderolas de valencia,
todas las comprobaciones bien hasta alcanzar la primera avenida, serreria,
entonces, el pedaleo empezó a transformarse,
me pedia más, yo se lo daba, me daba y yo le pedia más,
todo un recorrido nocturno a solas por las avenidas.
Anoche comprendí,
a solas, con la bicicleta, el ritmo vital de cada persona,
de cada moviento, de cada respiración.
Todo el caos mental del dia se transformó en harmonia urbana.
Aunque me gusta pedalear escuchando los sonidos del silencio,
del entorno,
creo que este seria el tema de ayer noche.
http://youtu.be/VrafPlgQlME
Seguir emocionándote.
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